Christian y Carlos Baqués son dos emprendedores mallorquines que, con sus conceptos modernos y novedosos, están revolucionando la gastronomía de la capital balear. Comenzaron trabajando con su padre en el restaurante que éste había abierto a principios de los noventa y hoy en día llevan las riendas de un grupo que ya agrupa cinco locales y que no para de crecer.
¿Cómo ponéis en marcha Forn Projects, un grupo que ya cuenta con cinco restaurantes y que no deja de crecer?
Christian Baqués- Bueno, esto empieza en 1992, cuando mi padre transformó una antigua panadería, el FORN Sant Joan, de la calle Sant Joan en un restaurante, manteniendo su nombre original y con la colaboración de mi abuelo, que ya se había dedicado antes a la restauración, comenzaron este proyecto.
Carlos, tú que eres el menor, ¿cómo conseguiste convencer a tu hermano para que se uniera a tu padre y a ti?
Carlos Baqués- Yo empecé ayudando a mi padre. Estudié dirección hotelera, no me gustó mucho, así que lo dejé y me fui a Alemania, donde estuve estudiando una temporada. Al regresar decidí empezar a trabajar con mi padre y al cabo de un tiempo hablé con mi hermano, que también vivía allí, le propuse que se viniera con nosotros y desde entonces lo tengo encima… (Ambos hermanos se ríen al unísono).
¿Cómo nacen a partir del FORN de Sant Joan el resto de los proyectos?
Christian- Pues lo cierto es que todo pasó en un año en el que se dieron todas las casualidades. El proyecto de OMBU sale de un local en una ubicación top al que mi hermano tenía echado el ojo desde hacía muchos años, así que empezó a tomar café ahí cada día y esperó a que se jubilara el inquilino. Trabó una amistad con él después de muchos años y el día que se jubiló mi hermano fue el primero en enterarse. Al mismo tiempo, el señor del negocio de al lado, que resultó ser del mismo propietario, también se jubiló, así que de un pequeño bar de tapas que era lo que queríamos hacer en un principio salió OMBU, que era un poquito más grande y ha sido un proyecto muy exitoso, tanto que lo acabamos de replicar en Santa Catalina, el barrio contiguo, con el mismo resultado.
¿Y cómo se os ocurrió KOA?
Christian- Ese mismo año cerró también el restaurante que teníamos enfrente del FORN de Sant Joan, del que mi padre había estado detrás durante años, así que no tuvimos más remedio que cogerlo porque además de estar al lado, conocíamos el potencial de la ubicación.
2014 tuvo que ser un año complicado con tanta apertura...
Christian- Fue un año muy duro porque montamos dos proyectos en apenas cuatro meses. Pasamos de tener un restaurante durante muchos años, en el que teníamos controlado todo, a de repente regentar tres al mismo tiempo y tuvimos que reestructurar toda la empresa.
¿Cómo os dividís el trabajo?
Carlos- Bueno, al final los dos hacemos un poco de todo. Uno lleva unas cosas, el otro, otras, y algunas son compartidas. A veces tenemos puntos de vista distintos, los debatimos, nos peleamos como hermanos, en el buen sentido de la palabra, pero todo esto nos ayuda a crecer.
¿Y La Caña? ¿Cómo se os ocurrió abrir un chiringuito en medio de la ciudad?
Christian- La Caña fue una oportunidad post-Covid. Tuvimos la oportunidad de coger este local que tenía una terraza espectacular frente al mar y, recordando lo mal que lo pasamos durante la pandemia por no tener terraza y aunque no era el mejor momento, decidimos apostar por ese sitio y abrir un bar de tapas mediterráneo, un chiringuito de playa en la ciudad.
¿Cuál es la clave del éxito?
Christian- En principio, para nosotros es muy importante la ubicación. Además hay que tener mucho cuidado con los costes, con la estructura administrativa ya que hoy en día es muy difícil ganar dinero en la hostelería. Pero sobre todo, hay que estar allí. En el momento que no estás ahí se desvirtúa todo muy rápido. Obviamente, cuanto más crecemos, más tenemos que delegar, pero siempre procuramos estar uno de los dos.
¿Cómo ves Mallorca gastronómicamente en los últimos tiempos?
Carlos- ¡Uf! ¡Como un cohete! Están abriendo muchas cosas y muy interesantes. Hay mucha oferta, mucha gente, mucho turismo… Veremos lo que pasa con el tiempo porque mucha gente abre un restaurante con mucha ilusión y al cabo de poco se da cuenta de lo duro que es esto y termina cerrando.
¿Cómo definirías vuestro Proyecto?
Christian- Ilusión
Carlos- Familia