
Pedro y Jesús
Un chamán señala el camino. Y si ese camino pasa por la Playa de Palma, lleva irremediablemente hasta Xhaman, un concepto gastronómico con alma espiritual, raíces mexicanas y esencia mediterránea. Con el espíritu de Tulum como punto de partida, Xhaman ha logrado convertir su visión en una vivencia gastronómica y emocional que reinventa la escena de playa mallorquina.
En el corazón de una de las zonas más emblemáticas de Palma, Pedro Marín ha dado vida a una propuesta que va más allá de lo convencional. “Queríamos crear un lugar que hablara de nosotros, que tuviera nuestra esencia, pero también que dialogara con el entorno”, explica Pedro, CEO y propietario de Xhaman. Junto a Jesús, director creativo, han materializado en Xhaman un concepto único: un restaurante y un beach club que funcionan como un solo organismo, pero con dos almas.
Y es que Xhaman no es solo un nombre con resonancias místicas. “La X tiene un componente muy personal”, nos cuenta Jesús. “Representa una intersección, un destino marcado, pero también hace referencia a los nombres de los padres de Pedro, que comienzan por esa letra. Tiene carga espiritual y familiar. Es nuestra manera de rendir homenaje y marcar el camino”. El resultado: un espacio donde la cocina mexicana y el Mediterráneo se dan la mano en un viaje gastronómico sin precedentes.
Poke bowl
La fusión de dos mundos
La propuesta de Xhaman es clara: una cocina que llaman “mexiterránea”. “Partimos de recetas mexicanas clásicas, pero las reinterpretamos con productos locales y técnicas mediterráneas”, comenta Pedro. Nada de clichés ni reproducciones insulsas. Aquí la tradición se respeta, pero se transforma. Y todo bajo la premisa de la calidad: producto de cercanía, técnicas precisas y creatividad en cada plato.
La carta de Xhaman contiene más de 45 propuestas que recorren sabores, texturas y colores de ambos lados del Atlántico. ¿Los imperdibles? “Los tacos, sin duda. Tenemos cinco tipos distintos, y cada uno es una experiencia”, asegura Jesús. Pero no se quedan ahí: croquetas de gamba, mole verde, aguachile de gambas, hamburguesas con guiños mexicanos… Todo pensado para sorprender sin perder el arraigo.
La cocina se apoya en tecnología de vanguardia: horno Josper para carnes, cocción a baja temperatura... “Queremos que cada plato cuente algo, que tenga carácter. Por eso nos salimos de la cocina mexicana tradicional y la adaptamos al público europeo, sin perder la esencia”, explica Pedro.
Moscow mule
Un mismo lugar, dos experiencias
Detrás del restaurante, como una extensión natural del concepto, se encuentra Xhaman Beach Club: un oasis con vegetación exuberante, música cuidadosamente seleccionada, hamacas junto a la piscina. “Queríamos que fuera una experiencia distinta, más ligada al ocio, pero sin perder el enfoque gastronómico ni la elegancia”.
Aquí, el ambiente es clave: DJs en directo, dos turnos de música que acompañan el día desde el mediodía hasta el atardecer, y un servicio más enfocado al beach lifestyle, sin descuidar el detalle. El Beach Club funciona de 11:00 a 20:00, con una atmósfera más elitista pero igual de accesible. “Es un espacio donde todo está cuidado al detalle: la música, la decoración, la comida, la bebida. No queríamos replicar lo que ya existe, sino ofrecer algo diferente, con alma, con intención”, comenta Pedro.
Pero Xhaman no es una apuesta efímera. El equipo detrás del proyecto tiene una visión de futuro clara: consolidarse como referente en la nueva Playa de Palma, un destino que está transitando hacia un turismo más exigente y de calidad. Y en ese camino, ya tienen en mente el siguiente paso: un hotel boutique de cinco estrellas que complete la experiencia.
Beach Club
“El solar ya está, detrás del beach club. Será una propuesta muy cuidada, pensada para quienes buscan algo especial”, adelanta Pedro. No es una improvisación: la familia de Pedro ya gestiona el hotel Playa Golf y otros conceptos de restauración en la zona, incluido un restaurante italiano con horno de leña y chefs del norte de Italia. La hospitalidad corre por sus venas.
Xhaman es una apuesta por la fusión, por el respeto al producto, por el entorno y por una manera de entender la gastronomía que conecta con los sentidos y las emociones. “Nuestro objetivo es crear experiencias que permanezcan. Queremos que quien venga a Xhaman no solo coma bien, sino que recuerde lo vivido como algo especial”, concluye Jesús.