
Luca y Claudio
El nombre ha cambiado, pero la ambición sigue intacta. Nu Mallorca —antes conocido como Numa Beach— estrena identidad con un rebranding que refleja la consolidación de una identidad más amplia y sofisticada, confirma lo que sus visitantes ya intuían: esto es mucho más que un beach club al uso. Es un espacio vivo, en constante transformación, donde conviven arte contemporáneo, cocina con acento internacional y una cuidada programación de eventos con música en vivo que hacen que cada visita sea única. Charlamos con Luca Banti, creador del proyecto, y con Claudio Lemos, su chef, para entender por qué Nu Mallorca se ha convertido en una parada imprescindible del verano balear.
Este año Nu Mallorca estrena nuevo nombre. ¿Qué representa este cambio?
Luca: El rebranding de NUMA a Nu Mallorca responde a una evolución natural del proyecto. Comenzamos en 2023 como NUMA Beach, pero pronto entendimos que era mucho más que un beach club. El nombre “Nu”, más esencial, refleja ese carácter holístico, abierto a los sentidos, a la naturaleza, al arte y a la gastronomía. Hemos recibido tres premios internacionales por nuestro concepto estético (Built Design Awards, LIV Hospitality Design Awards y Luxury Lifestyle Awards). Este nuevo nombre también es un reconocimiento a la identidad propia que hemos construido.
¿Cómo ha sido la transformación del espacio desde sus orígenes hasta hoy?
Luca: Este lugar era el antiguo Royal Beach, con más de 40 años de historia. En 2023 llevamos a cabo una reforma integral, lo abrimos al mar y redefinimos su arquitectura para convertirlo en lo que es hoy: un espacio de experiencias. Hemos integrado una galería de arte con obras de artistas internacionales, una zona de restaurante, un anfiteatro y cinco balinesas que permiten vivir el día de formas distintas según la hora. Lo llamamos un espacio tres en uno: mañana, tarde y noche tienen sus propias almas.
Arroz de bogavante
¿Qué papel juega el arte dentro de Nu Mallorca?
Luca: Es fundamental. Desde el principio quisimos que el arte fuera parte de la experiencia. En “la casa”, como llamamos a una de nuestras áreas, tenemos obras de tres artistas internacionales expuestas de forma permanente. Cada rincón de Nu Mallorca tiene una intención estética, incluso los baños —te sorprendería saber cuántas fotos se hacen allí— han sido premiados por su diseño. El arte aquí no es decoración, es narrativa.
El arte aquí no es decoración, es narrativa
Claudio, ¿qué nos puedes contar sobre la propuesta gastronómica?
Claudio: En Nu Mallorca apostamos por una filosofía basada en el producto local y de temporada, con un enfoque internacional y siempre centrado en la sostenibilidad. Recibimos clientes de todo el mundo, así que buscamos ofrecer opciones que conecten con todos, sin perder autenticidad. La parrilla es la columna vertebral de nuestra cocina, pero también trabajamos intensamente los crudos, con inspiración no solo asiática, sino también de Oriente Medio. Usamos productos de primera calidad: atún de almadraba, caviar, trufa…
¿Cuáles son los platos más icónicos de Nu Mallorca?
Claudio: Los crudos y la brasa son los grandes protagonistas. Desde tartares especiados que recuerdan al Mediterráneo oriental hasta cortes de carne cocinados al momento. Nos gusta arriesgar con sabores potentes y técnicas que respetan el producto. Además, cuidamos el origen: cada ingrediente tiene trazabilidad. Queremos que el cliente sepa qué está comiendo y de dónde viene.
Carpaccio de salmón
¿Cómo conseguís mantener ese nivel gastronómico con tanto volumen de clientes?
Luca: En temporada alta servimos entre 100.000 visitantes de distintas partes del mundo. Es un reto inmenso. Para lograrlo, hemos creado una cocina central que garantiza la calidad en todo momento. Contamos con un equipo de 30 cocineros solo en cocina. Es una apuesta por la excelencia que también genera empleo local. Todo gira en torno a una idea: satisfacer al cliente con honestidad y sabor.
También habláis mucho de conexión con la naturaleza y los sentidos. ¿Cómo se refleja eso en la experiencia global de Nu Mallorca?
Luca: Estamos frente al mar, rodeados de luz y brisa. A partir de este año queremos potenciar aún más esa conexión con actividades matinales como yoga o talleres sensoriales. La experiencia en Nu Mallorca va más allá de comer bien o disfrutar de un cóctel; es un viaje emocional, una pausa en la rutina. Por la mañana es un espacio de calma; al mediodía, de disfrute; y por la noche, de celebración. Es una experiencia completa, con múltiples capas.
Por la mañana Nu Mallorca es un espacio de calma; al mediodía, de disfrute; y por la noche, de celebración
¿Qué diferencia a Nu Mallorca del resto de beach clubs de la isla?
Claudio: Su capacidad de reinventarse a lo largo del día, su oferta cultural, su cocina exigente y su ambición estética constante. Aquí vienes a pasar el día y vives tres experiencias en una. Es un destino gastronómico, artístico y sensorial. No es solo un lugar para estar, es un lugar para sentir.
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