
Estiven Arráez
La cocina como acto colectivo. La técnica como herramienta, no como fin. La experiencia como plato principal. Así se cocina cada noche en Eat Vacuum, el espacio que Estiven Arráez fundó hace una década para transformar la forma en que comemos, aprendemos y compartimos en torno a una mesa.
Estiven Arráiz
Cocina vivida, no servida
En este proyecto único en Palma, la gastronomía no se sirve: se vive. De martes a sábado, hasta 30 personas participan en cenas temáticas que mezclan pedagogía, creatividad y placer. No hay público: hay acción. Cada comensal cocina su propio menú, guiado por un equipo que no impone, sino que inspira. Aquí no se viene a consumir, sino a formar parte del proceso, desde el primer corte hasta el último bocado.
El corazón técnico de Eat Vacuum es la cocina al vacío. Una técnica que Estiven domina y enseña con entusiasmo, no como moda pasajera, sino como revolución silenciosa. “Es magia”, dice. Permite conservar, intensificar sabores y explorar texturas imposibles por métodos tradicionales. Pero lo que le fascina no es solo la precisión, sino cómo esa técnica se convierte en una experiencia accesible para cualquiera, sin importar su nivel en la cocina.
Viajar sin salir de la mesa
Cada noche Eat Vacuum se transforma en un viaje. Más de 75 cocinas del mundo han pasado por sus fogones: de la calle tailandesa al tapeo vasco, del ceviche limeño al ramen japonés. Este enfoque internacional permite descubrir técnicas, ingredientes y culturas, siempre con la premisa de que lo aprendido pueda replicarse en casa. “Es muy importante para nosotros que las recetas se puedan llevar”, insiste Estiven.
Pero Eat Vacuum es también una comunidad. Un espacio que sirve de encuentro entre personas que buscan vivir la cocina desde otro lugar: el de la curiosidad, la emoción, la participación. Esa misma filosofía ha llevado al proyecto a expandirse hacia nuevos formatos: talleres profesionales, experiencias para empresas y actividades de team building con un enfoque lúdico, participativo y emocional. Hoy pueden acoger hasta 60 personas, pero la demanda sigue creciendo. Estiven sueña con una gran nave industrial que mantenga el espíritu original y permita acoger grupos aún mayores, sin perder cercanía ni autenticidad.
No es una escuela. No es un restaurante. Eat Vacuum es un lugar donde la cocina se vive en libertad, sin miedo, sin guion ni etiquetas. Donde lo técnico se vuelve humano y lo cotidiano, extraordinario.