Joan, Laura y Jaume
Desde hace más de dos décadas, el nombre de Lácteos Palma resuena en el sector HORECA de la isla como sinónimo de calidad, fiabilidad y cercanía. Hoy, en pleno proceso de transición hacia su nueva identidad de marca -“Bril"- la compañía sigue demostrando que la combinación de raíces familiares y visión de futuro puede ser una fórmula de éxito duradera.
Joan Bril fundó la empresa hace 24 años con una visión clara: “ofrecer al sector HORECA productos de calidad y un servicio impecable”. Hoy, al frente del proyecto sigue estando él, pero con el respaldo de una nueva generación. Dos de sus hijos, Laura y Jaume, forman parte activa del equipo directivo: ella desde la gestión administrativa y él liderando el departamento comercial, las relaciones con clientes y el desarrollo de eventos. Una estructura familiar sólida que ha sabido profesionalizarse sin perder el espíritu cercano que ha caracterizado a la empresa desde sus inicios.
Una empresa, dos nombres… ¿una sola identidad?
Aunque muchos en el sector todavía los conocen como Lácteos Palma, lo cierto es que el nombre comercial ha evolucionado con el tiempo. El cambio es casi oficial: Bril toma el relevo como marca visible, aunque la sociedad sigue siendo la misma.“La empresa se constituyó como Lácteos Palma S.L. y así ha sido durante años. Pero llevamos un tiempo haciendo la transición hacia Bril, una marca que nos representa mejor y que nos permite englobar todas nuestras líneas de negocio gastronómico, mucho más allá del lácteo”, explica Joan.

Este cambio no borra los orígenes de la empresa, que nació especializada en productos lácteos sólidos —quesos, mantequillas, natas, cremas— y especialmente en referencias italianas de alta calidad. Sin embargo, la evolución ha sido constante. “Trabajar tan de cerca con la restauración te hace entender sus necesidades. Así que comenzamos a diversificar desde el primer momento, siempre atentos a lo que el mercado pedía, intentando estar al día con las tendencias gastronómicas”, añade Jaume.
Y esa ha sido precisamente una de las claves del crecimiento de Bril: su manera de entender la relación con los clientes. Más allá de la lógica proveedor-restaurante, aquí se habla de colaboración, de sinergia, de ser partners en el sentido más completo del término.“Queremos ser aliados de nuestros clientes, formar parte de su evolución. Esta retroalimentación entre ambos lados es lo que nos ha permitido crecer juntos”, comenta Joan.
Una de las grandes apuestas de Bril ha sido la transformación digital. La inmediatez está cada vez más cotizada en el sector de la restauración, y Joan fue pionero al lanzar, hace ya nueve años, una aplicación propia para facilitar pedidos y gestiones a sus clientes. Hoy, esa herramienta ha evolucionado hacia un sistema aún más ágil que integra inteligencia artificial. “Hemos desarrollado una aplicación que permite realizar pedidos incluso vía WhatsApp. Toda esta digitalización también afecta al almacén, lo que mejora notablemente la rapidez y eficacia en la preparación y entrega de pedidos”, explica Laura.
El esfuerzo da frutos: más del 95% de los pedidos realizados antes de las 12 de la noche se entregan al día siguiente en cualquier punto de la isla. Para lograrlo, Bril mantiene un turno nocturno de preparación de pedidos que garantiza la puntualidad en las entregas.“En temporada alta, el cliente lo quiere todo “para ayer”. Hemos optimizado mucho los procesos para dar ese servicio, elevando la calidad tanto en amplitud de catálogo como en rapidez y fiabilidad”, añade Jaume.

Empresa familiar, alma colectiva
Aunque no siempre es fácil, la convivencia entre lo profesional y lo familiar es parte esencial del ADN de Bril. Ellos lo gestionan con naturalidad, equilibrio y, sobre todo, con valores sólidos. “Para mí, lo más importante es que nunca nos sentimos solos. Al ser una empresa familiar, tener el apoyo de mis hijos —y de un equipo en el que puedo delegar— me da una fuerza enorme, lo que se nota en el resultado final”, comenta Joan. Y es que Jaume y Laura no son recién llegados. Ambos llevan más de una década involucrados en el proyecto. “Hemos crecido aquí dentro. Conocemos cada rincón, cada proceso. Es algo muy natural para nosotros”, afirma Laura.
Con un equipo consolidado, una estructura que permite delegar con confianza y una apuesta firme por la innovación, Bril se posiciona como una empresa preparada para seguir liderando el sector de la restauración en Mallorca. Sin olvidar nunca sus raíces familiares y su compromiso con la excelencia. “Siempre digo que la familia va por delante de cualquier asunto de trabajo. Ese es el valor que nos guía”, concluye Joan.






