Nandu y Fran
No es solo por su ubicación privilegiada en la playa de Migjorn. Ni por su carta, que reinterpreta con elegancia la cocina balear. Es Còdol Foradat ha conquistado Formentera porque sabe hablar el lenguaje de la isla: el del respeto, la autenticidad y el sabor bien entendido.
Detrás del proyecto está Nandu Jubany, chef con estrella Michelin, cinco Soles Repsol y alma inquieta, quien ha convertido este restaurante en un punto de encuentro entre tradición y modernidad, entre la gente local y viajeros que buscan algo más que una buena comida frente al mar. “Quiero que Es Còdol sea el restaurante de la gente de aquí”, afirma Jubany. Y esa visión se traduce en una propuesta honesta, cercana y profundamente conectada con la identidad de Formentera.

Centolla
Un equipo que lo cambia todo
Nada en Es Còdol Foradat sería posible sin el equipo humano que lo impulsa. Al frente de la cocina está Fran Jiménez, chef ejecutivo que comparte con Jubany la vocación de rescatar los sabores de siempre, pero sin miedo a interpretarlos desde una mirada actual. Su cocina huele a mar, a campo, a memoria. Cada plato nace del mejor producto, del conocimiento del entorno y de un respeto absoluto por la tradición gastronómica balear.
La gestión diaria recae en Eudal Jubany, hijo de Nandu, quien aporta organización, sensibilidad estética y un compromiso real con la isla. Su papel va mucho más allá de la logística: se involucra en el diseño del espacio, en el trato cercano con los clientes, en crear una atmósfera coherente con el paisaje que rodea el restaurante. En Es Còdol, cada decisión se toma con conciencia.
Nada sería posible sin el equipo humano que lo impulsa
La sala corre a cargo de Sergi Lillo: un maître que entiende el arte de la hospitalidad como una extensión natural de la cocina. Profesional, cercano y detallista, Lillo lidera un equipo que convierte cada servicio en una experiencia fluida, cálida y humana. Como dice el propio Jubany: “Nos creemos divos, pero no somos más que servicio para hacer disfrutar a la gente”.
Cocina de raíz con mirada contemporánea
La carta de Es Còdol Foradat es un auténtico tributo a la cocina balear, pero también una invitación a redescubrirla. El producto local es el protagonista indiscutible: sobrasada ecológica, gilda de corvina, arroces que evocan celebraciones familiares, las famosas croquetas de Nandu con sabor a infancia… Todo ello, elaborado con una sensibilidad única y sin descuidar la parte técnica.
Uno de los grandes iconos de la casa es la frita de langosta con huevos fritos, una receta que resume la filosofía del restaurante: potencia de sabor, arraigo y generosidad. Pero también brillan platos como la berenjena escalibada con sobrasada, miel, pipas y parmesano, o el ya célebre carpaccio de atún, afinado al milímetro.

Arroz del senyoret
Y sí, los postres también tienen su momento de gloria. Desde la delicada neula casera con queso fresco hasta el flan de nata con fresas, cada dulce refleja la misma coherencia que el resto de la carta.
Una comida en Es Còdol Foradat no se entiende sin su entorno: la playa de Migjorn, el sonido del mar, el sol de Formentera acariciando las mesas. Pero tampoco sin su bodega, cuidadosamente seleccionada, donde conviven etiquetas locales con vinos nacionales e internacionales que acompañan cada plato con precisión.
Cuidar el producto, comprender el territorio y saber contarlo en cada plato. Esa es la filosofía que define a Es Còdol Foradat. Una cocina hecha para quedarse en la memoria. Una experiencia pensada para quienes valoran el sabor auténtico y el trabajo bien hecho.







