Celebrar quince años de trayectoria en el competitivo mundo de la restauración es un logro digno de ser destacado, especialmente cuando se trata de un lugar tan emblemático como Chezz Gerdi. Este beach club, situado en la idílica playa de Es Pujols, no solo se ha consolidado como uno de los favoritos de la isla, sino que ha sabido reinventarse y evolucionar constantemente, mejorando la calidad de sus productos, servicios y decoración para ofrecer una experiencia extraordinaria a sus comensales.
Chezz Gerdi ofrece un entorno natural de una belleza inigualable. Las aguas cristalinas de un azul turquesa y la arena blanca de Es Pujols crean un escenario perfecto para disfrutar de una comida relajada mientras se escucha el suave murmullo del mar. Este escenario ha hecho que muchas parejas elijan Chezz Gerdi como el lugar ideal para celebrar sus bodas, atraídas por la combinación de su cocina excepcional y su ubicación paradisíaca.
Una historia que comenzó con una furgo hippie frente al mar
La historia de Chezz Gerdi es tan pintoresca como la icónica Volkswagen T1 roja con motivos hippies que se ha convertido en todo un símbolo del restaurante –e incluso de la propia isla-. Claudio Passiatore, general manager de Chezz Gerdi, recuerda con cariño cómo esta furgoneta se convirtió en la puerta de entrada del restaurante. En sus primeros días, una pareja de amigos acampaba frente al local con su furgo, atrayendo la atención de los visitantes que no podían resistirse a tomarse fotos junto a ella. Esta imagen de libertad y diversión sin ataduras capturaba a la perfección la esencia de Formentera y se integró perfectamente en el espíritu de Chezz Gerdi.
Sabores de verano: crudos y sushi frente al mar
Chezz Gerdi no solo es conocido por su ambiente relajado y su conexión con la esencia más hippie de Formentera, sino también por su constante evolución gastronómica. En sus inicios, el restaurante era conocido por sus pizzas, pastas de autor y platos mediterráneos, pero, con el tiempo, ha ampliado y diversificado su oferta culinaria para satisfacer los paladares más exigentes, especializándose en crudos y sushi.
De hecho, actualmente, Chezz Gerdi es el único restaurante de playa de Formentera que ofrece una carta especializada en crudos y sushi. La frescura de los ingredientes y la maestría en la preparación de estos platos han convertido al restaurante en un referente para los amantes de la cocina japonesa. Pero su oferta no se detiene ahí. El menú incluye desde pescados locales y arroces espectaculares hasta carnes maduradas y mariscos de la más alta calidad, como langosta, bogavante azul o king crab.
Y como toda buena comida debe ir acompañada de un buen vino, la carta de vinos de Chezz Gerdi es impresionante, con más de medio centenar de referencias de champagnes, cavas y espumosos, así como una selección de vinos blancos, tintos y rosados de España, Italia y otras regiones europeas. Esta cuidada selección asegura que cada plato encuentre su maridaje perfecto, realzando aún más la experiencia gastronómica.
En su 15º aniversario, Chezz Gerdi sigue siendo un referente en Formentera, no solo por su propuesta gastronómica de alta calidad, sino también por su capacidad para crear un ambiente único y memorable. Desde sus inicios como un lugar de fiesta, hasta convertirse en un destino culinario de renombre, Chezz Gerdi ha sabido mantener su esencia mientras se adapta a las nuevas tendencias y demandas del público.
En Chezz Gerdi, cada detalle está pensado para que los visitantes se sientan en un lugar especial. Ya sea disfrutando de una cena romántica en su icónica furgoneta, deleitándose con un sushi fresco mientras se contempla la puesta de sol, o simplemente relajándose con un cóctel en la mano, este restaurante ofrece una experiencia que captura el verdadero espíritu de Formentera.
Con una trayectoria marcada por la innovación y la mejora continua, Chezz Gerdi celebra su 15º aniversario con la promesa de seguir ofreciendo lo mejor de la gastronomía y el estilo de vida de la isla. Sin duda, un destino imperdible para cualquier amante de la buena comida y los paisajes de ensueño.