Martí Juan Mayans
La historia de Can Martí se remonta a los años 70, cuando la familia de Martí Juan Mayans fundó este encantador restaurante en la playa de Migjorn. Este lugar se convirtió en todo un emblema para la isla, y la familia lo regentó hasta el año 1988. Cinco décadas después, el espíritu de Can Martí renace con la misma ilusión de sus inicios, ahora bajo la dirección de Martí Juan Mayans, hijo y nieto de los fundadores y propietario de Agromartí: la mayor explotación agrícola de la isla. Este restaurante promete ser un lugar donde saborear el auténtico producto de Formentera, llevando verdaderamente las mejores materias primas locales "del huerto a la mesa" en cada plato.
Un legado familiar y una nueva visión
Martí Juan Mayans es una figura conocida en Formentera, no solo por ser el heredero de Can Martí, sino también por su éxito al frente de AgroMartí, una empresa agrícola que distribuye los mejores productos de la huerta a restaurantes y particulares de la isla. Con más de una década de experiencia en la producción agrícola, Martí se ha propuesto trasladar la frescura del campo a la mesa de su propio restaurante. Desde entonces, Martí ha trabajado incansablemente para producir cereales, frutas y hortalizas ecológicas, abasteciendo a vecinos y restaurantes de Formentera con los mejores productos de la isla. "Comencé desde cero y ahora trabajamos tres hectáreas hortícolas y diez hectáreas de secano," explica Martí, quien ha ido sumando hectáreas progresivamente a su explotación agrícola.
"Volvemos con la misma ilusión que tenían mis padres y abuelos hace 50 años," afirma Martí, quien ha tomado las riendas del negocio familiar, aportando una perspectiva innovadora que combina tradición y modernidad. Can Martí no es solo un restaurante, sino una oportunidad única para Martí de cerrar el círculo, ofreciendo a los clientes lo mejor de las materias primas de Formentera que salen de su propia huerta.
El mejor producto kilómetro cero
El enfoque principal de Martí es claro: ofrecer productos locales de la más alta calidad. Este compromiso se refleja en cada plato servido en Can Martí. "El producto de temporada es esencial para nosotros. Trabajamos con pescados de Formentera, carnes a la brasa y siempre potenciando nuestros productos de temporada. Para nosotros es lo más importante" comenta Martí. Este respeto por los ingredientes locales no solo garantiza una frescura incomparable, sino también el apoyo a la economía y la sostenibilidad de la isla.
Can Martí se distingue por sus especialidades que combinan tradición y creatividad. Entre los platos imprescindibles se encuentran la langosta frita con patatas y huevos, el pulpo de Formentera "a la bruta" o el arroz negro con carabineros. "La tradición siempre es el punto de partida," destaca Martí, asegurando que cada receta mantenga la auténtica esencia de la cocina local. Y es que estos platos no solo satisfacen el paladar, sino también cuentan historias de la cultura culinaria de la isla.
“En Can Martí, como en casa”
Uno de los mayores atractivos de Can Martí es el trato cercano y familiar que todo el equipo ofrece a sus comensales. "El cliente se siente como en casa," dice Martí, enfatizando la importancia de crear un ambiente donde cada visitante pueda experimentar la Formentera más auténtica.
El restaurante está abierto todos los días, ofreciendo desayunos, comidas y cenas, lo que permite disfrutar de su variada oferta gastronómica en cualquier momento del día. Con un “equipo joven y entusiasta”, Can Martí pretende posicionarse rápidamente como un restaurante de referencia en la zona de Migjorn.
Poniendo la mirada hacia el futuro, Martí espera que Can Martí se convierta en lugar donde la gente pueda disfrutar de una experiencia culinaria única. "Queremos ser el restaurante de moda y del que más se hable este año," declara Martí, confiado en que su pasión y dedicación rendirán frutos.
La combinación de la historia, la tradición familiar, la innovación, el compromiso y la sostenibilidad convierten a Can Martí un lugar muy especial. Aquí, cada plato cuenta una historia, y cada visita es una oportunidad para descubrir la esencia más genuina de la isla de Formentera.
