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Beso Beach Formentera, el clásico que cada verano vuelve a enamorar

Beso Beach Formentera, el clásico que cada verano vuelve a enamorar

Beso Beach Formentera © ffmag

El sonido del mar, el perfume salino que se mezcla con notas de hierbas frescas y la música marcando el compás de la tarde. En Beso Beach Formentera, el verano se vive sin relojes: se alarga entre mesas compartidas, cócteles vibrantes y puestas de sol que parecen diseñadas para permanecer en la memoria. Ese momento -el tardeo en su máxima expresión- se ha convertido en un sello inconfundible de Formentera. Y todo comienza igual: una mesa sobre la arena, una paella de carabineros humeante, la brisa salina en la piel. Entonces, sin previo aviso, la vida cambia de ritmo. Un ritmo con el nombre de Beso Beach.

Desde hace más de una década, este restaurante ubicado en pleno Parque Natural de Ses Salines marca el inicio del verano y le pone banda sonora, aroma y sabor. Beso Beach Formentera es un restaurante, sí: pero es también un rito estacional, una cita que muchos repiten con devoción año tras año. Porque todo el mundo lo sabe: “no hay verano sin beso".

Fundado en 2012 por Rafa Viar y Angie López como un proyecto familiar, Beso Beach nació con la intención de llevar la cocina vasco-mediterránea a la arena. Pero lo que comenzó como un chiringuito con alma, pronto se convirtió en fenómeno. La receta del éxito no está solo en la cocina, aunque muchos de sus platos bien merecen titulares, sino en la capacidad de crear atmósferas. De convertir una comida en experiencia y una sobremesa en recuerdo. En Beso Beach Formentera se come, sí, pero también se baila, se brinda, se mira el mar y se celebra el verano por todo lo alto.

Jamón serrano, Beso Beach Formentera

Jamón © Beso Beach Formentera

 

El carabinero, rey de la mesa en Beso Beach

Si hay un producto que simboliza la carta de Beso Beach Formentera, es el carabinero. Y no como guiño decorativo, sino como eje central de una propuesta culinaria que lo honra con respeto y creatividad.

Las croquetas de carabinero con caviar combinan la tradición de la cocina casera con un toque de sofisticación marina. Los canelones de carabinero, cremosos y delicados, llevan al plato esa mezcla exacta de innovación y apego a la memoria gustativa. El carabinero a la sal se presenta limpio, desnudo, poderoso en su sabor. Y por supuesto, la ya mítica paella de carabineros con su jugo de cabeza, una creación que ha convertido a este plato en uno de los más fotografiados (y saboreados) del verano balear.

Más allá del carabinero, la cocina de Beso se apoya en grandes clásicos: las rabitas de bogavante, los mejillones al estilo Beso, o el txuletón, que recuerda que la raíz vasca siempre formó parte del alma del proyecto.

Carabineros. Beso Beach Formentera

Carabineros © Beso Beach Formentera

Uno de los grandes aciertos de Beso Beach ha sido entender que el momento más memorable del día no siempre ocurre en la comida, sino después. El famoso tardeo de Beso (ese momento entre la sobremesa y el atardecer) ha convertido este rincón de Formentera en epicentro de la energía estival.

Cócteles elaborados con precisión y un ambiente que oscila entre la euforia contenida y la pura celebración. La música toma el relevo de la cocina y el restaurante se transforma, sin esfuerzo, en una pista improvisada de bailes, sonrisas, brindis y abrazos al aire libre.

 

Más allá de Formentera: una marca con alma

Hoy, Beso ha superado las fronteras de Formentera. Su espíritu ha echado raíces en Ibiza, Mallorca, Sitges, Estepona, Barcelona y hasta en la blanca nieve de Baqueira. Esta expansión, lejos de diluir su esencia, ha sabido replicar su fórmula manteniendo un hilo conductor claro: producto de calidad, atención a los detalles y una atmósfera inconfundible.

En cada enclave, Beso mantiene su identidad sin caer en el cliché. Es una marca con personalidad propia, reconocible por quienes saben que el verano no se mide en grados, sino en experiencias.

Quienes regresan a Beso lo hacen porque allí se sienten parte de algo. Porque el equipo (camareros, cocineros, bartenders) no es parte del decorado, sino protagonista de una narrativa que gira en torno al disfrute compartido. Beso ha creado un universo propio donde el sabor, la música, la hospitalidad y el mar se dan la mano en perfecta armonía.

Arroz de carabineros. Beso Beach Formentera

Arroz de carabineros © Beso Beach Formentera

 

El verano, servido en copa y plato

La propuesta de Beso Beach Formentera es clara: cocina honesta, producto de primera y una atmósfera que invita a quedarse, a volver, a celebrar sin prisas. Esa fidelidad a una forma de entender el disfrute -auténtica, luminosa, cercana- es lo que lo ha convertido en todo un icono.

En Beso, el verano se desliza suave, al ritmo del mar, del sonido de los brindis y de una cocina que permanece en la memoria. Beso Beach Formentera marca el pulso de la temporada con su sabor, su energía y su forma inconfundible de celebrar.

Terraza Beso Beach Formentera

 © Beso Beach Formentera

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