Marco Di Loreto
Desde las pintorescas calles de Palma de Mallorca, Marco Di Loreto se ha elevado como una figura prominente en el sector de la restauración, forjando un camino de éxito y excelencia en la vibrante escena gastronómica de la isla. La creación del Grupo Anima es un testimonio vivo de su visión y la excelente habilidad de este empresario italiano para entrelazar la cultura y los sabores del Mediterráneo con la innovación culinaria.
Llegó a Mallorca en 1986, movido por su espíritu aventurero y curioso cuando solo tenía 25 años. Se embarcó en aquel entonces en un viaje que alteraría por completo su destino -y el escenario culinario de la isla-. Fundando el que se convertiría en el legendario restaurante Tristán en Puerto Portals, fue uno de los precursores de la denominada nouvelle cooking en Mallorca, una chispa que encendió toda una revolución gastronómica en la región. Marco Di Loreto habla de aquella época con la sabiduría de quien ha trazado caminos donde antes no los había: “mi criterio es la disciplina, el sacrificio y mucha pasión. Sin la pasión no vamos a ningún sitio”.
Su reputación, consolidada por una experiencia que se extendió más allá de las aguas mallorquinas y que lo llevó hasta lugares como Japón y Alemania, se solidificó con restaurantes que han ganado estrellas Michelin bajo su liderazgo. Con su aguda visión para la creación de conceptos y una aversión profunda a la conformidad, regresó a la isla con un propósito: “creo que siempre he sido muy visionario en cuanto a la creación de conceptos. Me gusta crear cosas que no existían antes. Todo el trabajo que hay detrás quizás no se aprecia... pero hay mucho trabajo. Y también hay que atreverse a apostar por algo”.
Creo que siempre he sido muy visionario en cuanto a la creación de conceptos
En la actualidad, Marco preside todo un emporio de sabores a través de sus restaurantes Mar de Nudos, Nudos Atelier, Anima Beach y Nudos Sky. Cada uno de ellos es un reflejo de su filosofía y su pasión por ofrecer no solo platos, sino experiencias realmente memorables. Marco Di Loreto insiste en apostar por la diversidad, resistiéndose a la tendencia de la cocina fusión, estableciendo espacios donde se puede saborear lo mejor de las cocinas mediterránea y asiática por separado. "No nos gusta fusionar cocinas, preferimos crear conceptos diferentes... Mi idea es ofrecer experiencias y emociones en donde puedas diversificarte como cliente”.
La oferta gastronómica de Mar de Nudos es un escaparate de creatividad, con sabores procedentes de Japón, el Mediterráneo y, por supuesto, donde la herencia italiana de Marco está muy presiente. El propio restaurador lo resume con entusiasmo: “es una mezcla de cocinas: japonesa, mediterránea e italiana. Pero no de fusión; ¡odio la fusión!”, insiste. Este enfoque le ha permitido cautivar tanto a locales como a visitantes que buscan en algunos platos, como su famosa pasta con trufa, un homenaje a sus raíces y a la riqueza de sabores que Di Loreto ha reunido a lo largo de su extensa carrera.
Su éxito como empresario y restaurador no se debe solo a su habilidad para encender los fogones de la innovación, sino también a su comprensión profunda de la necesidad de estar siempre en constante evolución: “creo que no hay que relajarse nunca. Lo peor que puede haber en este sector es cuando te ciegas en tu negocio. Ahí es donde vienen todos los fallos. Cada día hay que volver a repensar todo. Esto es un trabajo continuo”.
La isla de Mallorca, según Marco Di Loreto, es en la actualidad un crisol donde el talento culinario joven y el interés por experiencias gastronómicas de calidad por parte del público local y extranjero han encontrado un terreno fértil: “por lo general, la oferta gastronómica de Mallorca ha mejorado muchísimo. Hay mucho potencial y muchos cocineros jóvenes que ahora lo están haciendo muy bien. Creo que estamos en el punto que tanto deseábamos en los años 90. Por fin tenemos un público que visita la isla en busca de experiencias gastronómicas, buenos hoteles y buen servicio”, asegura.
La inversión de Marco Di Loreto en su equipo es un reflejo de su dedicación a la excelencia: “invierto mucho en los profesionales con los que trabajo; sin equipo no seríamos nadie”, concluye.
