Carlos, Kilian y José Vicente se conocieron en la universidad. El primero desciende de una familia vinculada a la vida agrícola y al sector de la trufa. Los tres se hicieron buenos amigos y, tanto Kilian como José Vicente, se enamoraron de la pasión de Carlos por el mundo trufero y, en concreto, de la tierra de Teruel. Tras finalizar sus estudios, los tres decidieron crear una empresa “para aportar un valor añadido al sector de la trufa”. Junto a Luna, Daffi, Coco, Blas y Bruno (sus perros y fieles compañeros) los tres amigos llevan a cabo todas las fases de producción de La Finesse Truffles. Hablamos con Kilian Zaragoza para conocer más a fondo esta nueva firma de trufas ‘made in’ Teruel.
¿Cómo y cuándo nace La Finesse?
La Finesse nace hace un año cuando, tres compañeros de universidad, tomamos la decisión de dedicarnos a lo que habían hecho las generaciones previas de mi amigo Carlos durante los últimos años. Decidimos salir al mercado trufero de una manera diferente y sobre todo atrevida: generando una marca que aportara valor tanto en la parte estética como en lo que respecta al servicio al cliente y en la parte de asesoramiento gastronómico.
¿A quiénes vendéis vuestras trufas?
Nos dedicamos principalmente al sector Horeca, aunque cualquier persona que quiera disfrutar de la trufa en su casa puede hacerlo recibiéndola recién recolectada de nuestras fincas y servida con el máximo cuidado en su domicilio. También hacemos una línea de eventos gastronómicos y experiencias dirigidas al sector privado (marcas, chefs privados…).
¿Cuántas trufas existen en el mercado español y con qué tipos trabajáis?
Existen muchas variedades de trufas porque es un producto estacional. Dependiendo de la época del año hay una diferente tipología de trufa (Tuber Aestivum en verano, Uncinatum en Otoño). Nosotros nos dedicamos exclusivamente a la trufa Tuber Melanosporum, que es la trufa de invierno. Esta trufa se recoge desde mitad de noviembre hasta mitad-final de marzo. La trufa es un producto que se cultiva en zonas donde existen grandes diferencias climáticas (un poco extremas) entre el invierno y el verano. Nosotros estamos en Teruel y allí las condiciones climáticas y la altura son ideales para la trufa.
Los perros son vuestros mejores compañeros. ¿Cómo es vuestro proceso de recogida de las trufas?
El proceso es totalmente manual. Vamos al campo todos los días con los perros, que forman parte de nuestro equipo. Ellos son el único intermediario que hay entre el campo y nosotros. Son nuestros compañeros. Vamos a la búsqueda temprano por la mañana y esto es magia pura. No sabes dónde va a aparecer el tesoro si no te lo marca el perro con su olfato. Somos un equipo pequeño y entre los tres hacemos todo en la empresa: el cultivo, el trabajo en el campo (ayudados por más miembros de la familia), la creación de la marca, la parte de comercialización, marketing, distribución, el contacto con el cliente… cada pieza es fundamental en el proceso y si una falla, fallamos todos.
¿Existe cultura de trufas en España?
Sí, por supuesto, aunque no tanto como en países extranjeros como por ejemplo Francia. Además, ahora la trufa es un nicho moderno que en este momento concreto está de moda. Actualmente parece que si vas a un restaurante que no tiene trufa no es un buen restaurante. Obviamente, no tiene por qué. Yo conozco la trufa desde que era pequeño. Para mí es algo muy normal, pero hay que adaptarse. Y nos hemos adaptado lanzando esta marca y estamos enamorados de ella.