Existe un lugar en el Mediterráneo donde la historia, la cultura y la gastronomía se envuelven con la agradable frescura de la brisa marina. Un lugar con una atmósfera alegre, cosmopolita y relajada, que invita al visitante a desconectar y disfrutar de lo mejor del verano los 365 días del año. Ese lugar se encuentra concretamente en el noroeste de la isla de Ibiza, se llama Sant Antoni de Portmany y, si crees que lo conoces bien... probablemente necesitas volver a visitarlo. Porque, hoy, más que nunca, tienes un sinfín de (nuevas) razones para visitar Sant Antoni de Portmany.
Un municipio para chuparse los dedos
Chiringuitos de playa, bares de tapas, restaurantes tradicionales o de alta cocina... Antes incluso de alzarse con la primera estrella Michelin de la isla (restaurante Es Tragón, 2019) en Sant Antoni de Portmany ya comenzaba a hablarse de “destino gastronómico”. Y es que el municipio presenta una de las ofertas de restauración más variadas de la isla. Su amplio abanico culinario satisface a todo tipo de paladares, desde el más inquieto foodie en busca de las últimas tendencias gastronómicas, hasta el comensal más tradicional. Si te gusta comer bien y dejarte sorprender por nuevos sabores, en Sant Antoni podrás saciar tu apetito sentándote a la mesa de algunos de los locales más icónicos de la isla.
Sin duda, una de las claves del triunfo gastronómico del municipio es la gran importancia que su tejido productivo ha adquirido en los últimos años. Porque cabe destacar que Sant Antoni cuenta con su propia cofradía de pescadores, una cooperativa agrícola, una almazara de aceite y varias bodegas de vinos reconocidas mundialmente. Son todos estos pequeños productores, junto a chefs y los restauradores, los grandes responsables de que Sant Antoni sea hoy un destino gastronómico que atrae cada año a miles de gastrónomos de cualquier parte del mundo.
Una de las claves del triunfo gastronómico de Sant Antoni es la gran importancia de su tejido productivo
Naturaleza en estado puro
Cala Salada, cala Gració, S’Arenal, Es Pouet... Sant Antoni de Pormany abarca algunas de las playas más bellas de la isla. Pero eso probablemente ya lo sabes, porque, si por algo ha sido conocido durante décadas este pequeño pueblo ibicenco, es por sus pintorescas calas de aguas cristalinas y esas puestas de sol que quitan el hipo, dando paso a las mágicas y vibrantes noches ibicencas.
La bahía de Portmany es el mayor puerto natural de Ibiza. Merece la pena recorrerla a pie, en bicicleta o en barco sin importar la época del año, ya que en cada momento concreto presenta una singular belleza. Aquí se desarrollan infinidad de actividades acuáticas que encantarán a los visitantes: vela, buceo, kayak, paddle surf, windsurf... La bahía está bordeada por el Paseo Marítimo y, a continuación, el Passeig de ses Fonts. El paseo marítimo recorre desde Caló des Moro hasta la playa de Es Pouet. Junto a ésta última, se sitúa Sa Punta des Molí, un parque cultural que alberga una sala de exposiciones. En el otro extremo, encontramos el famoso Aquarium de Es Cap Blanc: una exposición única que muestra una infinidad de especies acuáticas, como peces y esponjas de mar, en una impresionante cueva subterránea (también conocida como Cova de ses Llagostes). En el Passeig de ses Fonts, los visitantes encontrarán todo tipo de terrazas para relajarse, tiendas e incluso, a veces, se realizan eventos y conciertos al aire libre.
Si te alejas un poco del centro del municipio, podrás explorar encantadores pueblecitos, como Santa Agnès, Sant Rafel o Sant Mateu. El primero es uno de los más conocidos, gracias a sus bellos campos de almendros. Visitarlo en los meses de enero y febrero es todo un acierto si quieres contemplar el espectáculo de colores de su floración. En Sant Rafel destaca su imponente iglesia, que ofrece unas bonitas vistas a Dalt Vila, así como la muestra artesanal que aquí se organiza cada jueves. En ella podrás conocer un poco más de cerca la cultura ibicenca.
Por su parte, Sant Mateu es uno de los pocos pueblos de Ibiza que no se han visto afectados por la llegada del turismo. Practicar senderismo por sus verdes campos, visitar sus bodegas o, simplemente, disfrutar de la calma que se respira en este paraje, es todo un privilegio.
Deporte y bienestar al aire libre
Cada vez más, la localidad de Sant Antoni destaca en el calendario nacional de citas deportivas. Pruebas como la Vuelta a Ibiza BTT, atraen a ciclistas profesionales y amateurs de todas partes del mundo cada año, al igual que el Ibiza Trail Maratón, el Eivissa Beach Rugby Festival, la Ruta de la Sal -una de las regatas a vela más importantes del Mediterráneo-, la International Windsurfer Ibiza Meeting y el Campeonato del Mundo de Motos de Agua, que se ha celebrado este año por primera vez en Ibiza.
La nueva apuesta turística de Sant Antoni de Portmany habla de reconexión con el viajero y con el entorno. Habla también de sostenibilidad a través de credenciales como el vínculo entre la gastronomía y su entorno y, en definitiva, habla de un destino que se está redescubriendo a sí mismo y está más que preparado para sorprendernos a todos con sus miles de caras aún por explorar.
La nueva apuesta turística de Sant Antoni de Portmany habla de reconexión con el viajero y con el entorno