facefoodmagibiza

Óscar Molina, chef ejecutivo de La Gaia, en Gran Hotel Ibiza

Óscar Molina, chef ejecutivo de La Gaia, en Gran Hotel Ibiza

Chef Óscar Molina © ffmag

A sus 43 años el chef Óscar Molina es una de las promesas de la gastronomía patria, uno de esos cocineros a los que Ibiza ha fiado un cambio de modelo tan importante que poco a poco está convirtiendo la isla en un centro gastronómico internacional de primer orden. Al frente de La Gaia, buque insignia del Gran Hotel Ibiza, y a base de trabajo, de tesón, de ser “un martillo pilón” - como él mismo se describe - ha conseguido hacerse con un nombre en un mundo tan duro como es el de la alta cocina. 

Óscar Molina, barcelonés de nacimiento, ibicenco de adopción, lleva 14 años en Ibiza, donde dice sentirse como en casa. Padre de dos hijos, “ibicencos” - apostilla - comenzó a manejarse en las cocinas desde muy joven, cuando iba a ver a su padre (sus padres estaban separados), que también era cocinero, y para pasar más tiempo con él trabajaba en la cocina fregando cacharros. Aunque, según admite el propio Molina, su padre no quería que él terminara trabajando en una cocina porque decía que era un trabajo muy sacrificado. Quizá razón no le faltaba pero, lejos de hacerle desistir, fomentó la determinación de un joven Óscar que con 18 años entró a trabajar en la cocina de Favàritx, un restaurante de cocina tradicional mediterránea en el que se servían arroces y pescados. Ocurrió que la mítica May Hoffman se hizo cargo de la dirección del mismo y revolucionó el restaurante. También el mundo del joven aprendiz de cocinero. A partir de ahí estuvo en varias cocinas de distintos restaurantes aunque finalmente su carrera ha discurrido ligada a la gastronomía en los hoteles de lujo, como el Rey Juan Carlos I, en Barcelona, donde ejerció varios años.

Hace 14 años recaló en Ibiza para incorporarse a un proyecto tan importante como lo es el Ibiza Gran Hotel. Allí siguió creciendo, pero cuando la propiedad decide ceder el espacio que ocupaba el restaurante del hotel a Albert Adriá para montar Hearts, Molina se da cuenta de que el hotel se ha quedado sin restaurante para cubrir las necesidades de sus clientes y decide montar en el Lobby bar una pequeña barra de Sushi. Ésto fue hace siete años. Al año siguiente, introdujeron ceviches que al ser un plato frío no necesitaba de una cocina para prepararlos. El siguiente montaron una cocina y un año después mesas y manteles. El resto es historia: hoy La Gaia es reconocido como uno de los mejores restaurantes de Eivissa, cuenta son dos Soles de la Guía Repsol y desde 2022 cuenta con una Estrella de la prestigiosa Guía Michelin.

Por su parte, el propio chef viajo a Lima donde realizó un stage en Astrid&Gastón, considerado como uno de los mejores restaurantes nikkei del mundo, para así empaparse de esa fusión tan característica y única de las cocinas peruana y japonesa. En aquel viaje tuvo la oportunidad, también, de pasar por el restaurante Mayo. “Me casé un día 11 de enero a las 11 de la mañana y a las 3 de la tarde salía mi vuelo a Perú. Nos tomamos unas cañas y un aperitivo con mi suegro y un amigo y me despedí de mi esposa en el aeropuerto. No volví a verla hasta tres meses después” - nos cuenta entre apesadumbrado y divertido. Tal es la determinación de este barcelonés que reconoce que su mayor virtud es el tesón. “No soy bueno en nada” - reconoce humilde - “Pero cuando me propongo un objetivo me da igual el tiempo que tarde en alcanzarlo, al final lo logró”, y añade: “soy como un martillo pilón, como aquella vez que me propuse correr la Mont Blanc (una ultra maratón de 171 km que tiene lugar una vez al año en los Alpes) y la acabé en 24 horas y 36 minutos lleno de lesiones, pero la acabé” - nos cuenta con orgullo. 

Para el Óscar Molina no hay nada más importante que la familia, aunque reconoce que el trabajo le absorbe muchísimo tiempo; su escaso tiempo de asueto procura dedicárselo a su mujer y a sus hijos y practicar algo de deporte como montar en bici, jugar al pádel y correr. 

¿Cuáles son tus objetivos a corto y medio plazo?, le preguntamos. El chef nos responde sin dudar: “no suelo marcarme objetivos concretos. Para mi el objetivo es conquistar cimas diarias, nunca recular, cada día dar un poquito más”. En cuanto a la cocina reconoce que el aceite de oliva es para él uno de los ingredientes fundamentales, “está muy presente en todo lo que hago, se adapta muy bien a todo tipo de cocinas y encima somos uno de los mayores y mejores productores de aceite de oliva del mundo” - espeta con orgullo.

También te puede interesar