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Juanjo López, el arte de la continua reinvención personal

Chef Juanjo López, el arte de la continua reinvención personal

Juanjo López. Che de La Tasquita de Enfrente

Pasión e ilusión son dos palabras que Juanjo López repite una y otra vez. Se define como una persona de 61 años ‘normal’ y asegura que su mayor objetivo en la vida es ser una buena persona. Escucha música prácticamente 24 horas al día y se considera un gran amante de la ópera. Su andadura como cocinero comenzó a sus 40 años, cuando colgó el traje de chaqueta para colgarse el delantal en el restaurante de su padre: La Tasquita de Enfrente. Nunca tuvo miedo a afrontar nuevos retos y hoy, Juanjo López dirige los fogones de sus otros dos restaurantes en Madrid: La Retasca y La Cocina de Frente.  

¿Cómo es reinventarse a los 40 años?
Primero fue un reto, pero creo que lo que hice fue solo canalizar la pasión hacia donde me pedía mi cabeza y mi cuerpo en ese momento. Si no te levantas cada día con esa ilusión al máximo y si, cuando acabas el día, no te sientes feliz, es el momento de replantearte algunos cambios. 

¿Qué le dirías a toda esa gente que no se atreve a cambiar llegada determinada edad?
Yo les diría que nunca hay que tener miedo. El miedo te inhabilita y te deja inmóvil. Y que siempre hay que ir aceptando retos. Lo de la edad es un tema absolutamente relativo. La edad está en la cabeza. He conocido a gente de 30 que son viejos y a gente de 70 absolutamente jóvenes. Siempre digo que cuando uno no quiere hacer algo, es una limitación suya más que otra cosa. Siempre estamos a tiempo de cambiar, de seguir adelante y, lo más importante, de tener ilusión, que es lo más bonito de la vida.

Carabinero. La Tasquita de Enfrente

Carabinero. La Tasquita de Enfrente © Mikel Ponce

Del mundo de la empresa pasaste al de la cocina y volviste a reinventarte para publicar tu libro... 
Lo del libro era una asignatura pendiente que tenía desde hace mucho tiempo. Siempre me gustó escribir reflexiones y pensamientos. No lo considero una reinvención, solo he plasmado en papel una serie de ideas que ya estaban dentro de mí. 

¿De qué trata ‘La Sencilla Desnudez’ y a quién está dirigido? 
El libro está dirigido fundamentalmente a mis hijos: a Juanjo y a Bea. Pretendía explicarles por qué en un momento determinado tomé decisiones difíciles: por qué me decidí a cambiar para poner pasión en la cocina. Es un mensaje de cariño hacia ellos y una especie de legado. También hay una especie de homenaje a mi padre, porque recojo todo lo que él me enseñó. Creo que cualquiera puede leer el libro y considerar útiles las reflexiones. De hecho, a raíz de publicar el libro he tenido la oportunidad de dar algunas conferencias en empresas. Está claro que hay una parte enfocada a la cocina, pero otras partes del libro son más abiertas.

Terrina de oreja de cerdo ibérico. La Tasquita de Enfrente

Terrina de oreja de cerdo ibérico. La Tasquita de Enfrente © Mikel Ponce

Tu segundo y tercer restaurante, La Cocina de Frente y La Retasca, tienen ya casi dos años. ¿Cómo valoras su trayectoria? 
La experiencia ha sido muy positiva y la respuesta del público muy buena. Son formatos diferentes donde abarcamos clientes que en La Tasquita se me escapaban. 

¿En qué se parecen y en qué se diferencian los tres restaurantes?
La Tasquita de Enfrente es producto y mimo al máximo nivel; La Retasca es el tapeo de Madrid de los años 50, con una alegría desmesurada; y La Cocina de Frente es la cocina del día a día de las casas de comidas de Madrid de siempre. 

¿La Tasquita sigue siendo tu “niña bonita” o, como buen padre, los quieres a los tres por igual?
Es cierto que en La Tasquita hay una carga emocional que es muy difícil de superar. Es el local donde estuvo mi padre, donde yo me inicié... Otra cosa es que, en la parte profesional, en cada uno de los restaurantes trate de dar lo mejor. Pero emocionalmente, La Tasquita siempre será La Tasquita. 

¿Cómo has afrontado las dificultades de esta crisis? 
Además de incorporar todas las medidas sanitarias para que la gente esté tranquila, segura y no haya ningún problema, lo que hemos hecho es ir adaptándonos día a día y ponernos nuestra mejor sonrisa para que al cliente se le olvide todo esto que nos está afectando emocionalmente tanto. Seguimos haciendo lo mismo en un formato distinto, con reducción de aforos, pero la ilusión es la misma.

La Tasquita de Enfrente

La Tasquita de Enfrente © Mikel Ponce

 ¿Qué medidas crees necesarias para salvar el sector de la restauración?
Yo creo que los problemas se arreglan de dos formas: con dinero o con cariño. Si no hay dinero, como es el caso, nos pueden dar cariño, aunque esto no está sucediendo. Yo pediría que nos considerasen desde el cariño por lo que supone el sector, que tiene un valor añadido fundamental. Y desde el punto de vista económico, creo que el Gobierno debería aprender de países como Alemania, Bélgica, Francia... que están dando una serie de ayudas que, a día de hoy, aquí son inexistentes. Yo me siento un afortunado por estar en Madrid, porque la Comunidad ha tenido una sensibilidad importante a la hora de equilibrar salud y economía. Creo que los hosteleros de Madrid debemos sentirnos agradecidos por todo lo que la Comunidad de Madrid ha hecho, porque hoy por hoy, somos de las pocas comunidades que tienen abiertos los bares y restaurantes. Y no hay nada mejor para un negocio que seguir funcionando...

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