Hermanos Meneghello
En la trastienda de la cocina de la isla hay un apellido que suena sin hacerse notar. Hermanos Meneghello no aparece en las cartas de los restaurantes, pero está en cada cocina, detrás de cada mise en place, en la logística invisible que sostiene el ritmo de la gastronomía de Ibiza y Formentera. Está en esos detalles que marcan la diferencia: en el pedido puntual, en el ingrediente que no falta, en esa logística silenciosa que resuelve sin hacerse notar.
Mucho más que logística: servicio con sentido de isla
El servicio de Hermanos Meneghello no se mide solo en rapidez o eficiencia. Se mide en la capacidad de adaptarse al caos de una isla en temporada alta, en conocer los nombres de los chefs, en prever antes de que el cliente lo pida. No hay plantillas. Cada entrega es distinta, cada cocina tiene su pulso y Hermanos Meneghello ha aprendido a escuchar esto como quien identifica una melodía conocida. Porque el secreto no está en servir, sino en adaptarse, o lo que es lo mismo: saber cómo servir a cada uno.
La palabra “servicio” adquiere otro matiz cuando hablamos del sector Horeca pitiuso. Aquí no basta con repartir producto: hay que comprender las necesidades de cocinas que funcionan a contrarreloj, en espacios donde cada día es distinto al anterior. Tras casi cuatro décadas de experiencia, Hermanos Meneghello ha pulido esa capacidad de adaptación hasta convertirla en su valor diferenciador. “Hay que estar antes de que te necesiten”, decía Paolo Meneghello en una conversación reciente. Y eso implica escuchar, acompañar, ser capaces de corregir el rumbo sin perder la sonrisa.
Hoy, Hermanos Meneghello distribuye más de 5.000 referencias: desde pescados y carnes hasta frutas, verduras, congelados o productos gourmet. Pero, más allá de las cifras, lo importante para ellos es cómo ese amplio surtido se pone al servicio de cada cliente. Grandes hoteles, restaurantes independientes, beach clubs… todos reciben un trato personalizado. La relación con los clientes es 100% horizontal. Se construye en el día a día, con llamadas que resuelven imprevistos y con repartidores que conocen el nombre del chef y sus necesidades específicas en cada momento del año.
La innovación, lejos de ser una palabra vacía, se integra con naturalidad en el engranaje de Hermanos Meneghello. La apuesta por la tecnología no ha ido en contra del trato humano, sino que lo ha reforzado. Nuevas herramientas de gestión, rutas optimizadas, trazabilidad y sistemas que agilizan los pedidos permiten liberar tiempo para lo que realmente importa: estar disponibles, ser eficaces, resolver con rapidez. La eficiencia es una condición, pero la cercanía sigue siendo el alma del negocio.
Una de las divisiones más valoradas en los últimos años es Meneghello Fish, centrada en la distribución de pescado fresco y producto local. Distribuir pescado recién salido del agua es importante. Pero lo que distingue a Meneghello es el compromiso con quienes lo pescan, con el mar que lo ofrece y con el cocinero que lo transforma. Acercar origen y destino, rescatar lo local y hacerlo sostenible: esa es su forma de entender el servicio.
Y detrás de todo este engranaje hay una familia. Una familia de verdad, de esas que no usan la palabra como reclamo de marketing sino como forma de trabajar. Junto a Juan Marí (director de la compañía) Paolo y Andrea Meneghello lideran un equipo que ha crecido a lo largo de los años sin perder el pulso personal. Y eso se nota en cada decisión, en la que siempre hay una combinación de experiencia y visión a futuro. El equilibrio perfecto para operar en un sector tan dinámico como el gastronómico y en un escenario tan competitivo como es la isla de Ibiza.
¿La clave de su éxito? El camión que llega siempre a tiempo, el proveedor que escucha, la empresa que reacciona con la rapidez de quien conoce los códigos no escritos del sector. Hermanos Meneghello ha entendido desde el principio que dar un buen servicio no es entregar bien un pedido. Es formar parte del engranaje que permite que la gastronomía brille. Aunque sea lejos de los focos.
