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Antimo Di Biase - Blue Marlin Ibiza

Antimo Di Biase - Blue Marlin Ibiza

Blue Marlin Ibiza © ffmag

No hace falta ser habitual de Ibiza para haber oído hablar de Blue Marlin. Pero más allá de su imagen glamurosa, hay una propuesta gastronómica cuidada al detalle, donde cada plato forma parte de un relato más amplio. Su manager, Antimo Di Biase, nos abre las puertas de un espacio que entiende la excelencia no como un lujo, sino como una forma de respeto hacia el producto y hacia quienes se sientan a la mesa.


 

Antimo, ¿cómo llegaste al mundo de la restauración? 
Comencé estudiando Derecho, pero pronto me di cuenta de que me faltaba alma en ese camino. El cambio llegó cuando me mudé a Londres. Fue allí donde sentí, por primera vez, esa energía vibrante que solo se vive en las grandes ciudades. La presión positiva, el ritmo frenético, la búsqueda constante de la excelencia… Fue una revelación: entendí que mi lugar estaba en el universo de la hospitalidad, donde cada día es una oportunidad de emocionar.

¿Qué valores personales impregnan tu forma de liderar en Blue Marlin Ibiza?
Lidero desde la autenticidad, la constancia y la visión compartida. Creo en la escucha activa y en potenciar el talento individual dentro de un equipo que actúa con coordinación y pasión. Siempre digo que trabajar en Blue Marlin es como formar parte de una gran obra escénica: cada uno tiene su papel y juntos creamos una experiencia única. Mi tarea es asegurar que cada acto y cada detalle esté cargado de intención.

Salmorejo cangrejo real. Blue Marlin Ibiza

Salmorejo cangrejo real © Blue Marlin

¿Cómo ha evolucionado tu visión profesional desde que llegaste a la isla?
Ibiza me enseñó a respirar más hondo. Venía de ciudades como Londres, Miami y Dubái, donde todo se mide por la velocidad. Aquí aprendí que la verdadera excelencia nace del equilibrio entre exigencia y sensibilidad. Ibiza es un epicentro de tendencias, pero también de alma. Hoy mi visión se basa en dejar una huella emocional en cada cliente, no solo en la ejecución perfecta.

¿Cómo es tu día a día como manager de un espacio como Blue Marlin?
Mi trabajo consiste en coordinar y supervisar todas las operaciones del restaurante: desde la planificación de turnos y la gestión de personal, hasta el seguimiento de los estándares de servicio y la experiencia del cliente. Me aseguro de que los distintos departamentos —sala, cocina, recepción— trabajen de forma alineada y eficiente. Analizo resultados, ajusto procesos y tomo decisiones en tiempo real para garantizar que todo funcione con precisión y fluidez.

¿Qué aprendizaje te ha dado Blue Marlin a nivel profesional y personal?
Profesionalmente, he aprendido que la excelencia exige adaptación constante. En Blue Marlin, todo cambia rápido y hay que responder con visión y precisión. A nivel humano, he descubierto la fuerza de los vínculos. Rodearme de personas que trabajan con alma me ha enseñado que lo extraordinario sucede cuando se conjuga el talento con la emoción compartida.

 

Lo extraordinario sucede cuando se conjuga el talento con la emoción compartida

 

¿Cómo se garantiza que el producto sea siempre el protagonista?
Seleccionamos materia prima de excelencia, con trazabilidad impecable. Luego la tratamos con técnicas que respetan su esencia y la potencian. En un entorno tan estimulante como el nuestro, donde todo compite por la atención, asegurar que el producto brille requiere conciencia, respeto y compromiso en cada fase del servicio.

¿Qué diferencia a la propuesta culinaria de Blue Marlin de otras experiencias junto al mar en la isla?
Nuestra cocina es un homenaje al Mediterráneo con alma contemporánea. Fusionamos tradición y técnica, producto y emoción. Pero lo que realmente la distingue es el contexto: música en vivo, vistas sublimes y un servicio personalizado. Aquí cada plato forma parte de una experiencia sensorial integral. Comer en Blue Marlin es vivir.

Postre. Blue Marlin Ibiza

 © Blue Marlin

¿Cómo describirías la conexión entre cocina, sala y cliente?
Es una danza armónica. La cocina crea, la sala interpreta y el cliente responde. En Blue Marlin, esa conexión es casi instintiva porque cultivamos una comunicación interna fluida. El servicio actúa como puente transparente entre la visión del chef y la emoción del comensal. Solo así se construye una experiencia auténtica.

¿Qué plato representa mejor vuestra filosofía gastronómica?
Seguramente el morrillo de atún. Es una pieza exclusiva, obtenida solo cuatro veces de un atún de 300 kilos. Lo trabajamos con tres técnicas distintas para lograr una textura única y un sabor profundo. Representa nuestra esencia: respeto por el producto, técnica refinada y emoción en cada bocado.

¿Qué os gustaría que el cliente recuerde tras su visita?
Queremos que el cliente se lleve una experiencia completa, donde gastronomía, servicio y entorno se combinan con armonía. No se trata solo de comer, sino de formar parte de algo mayor. Buscamos crear momentos que no se olviden, que inviten a volver.

¿Qué te ilusiona del presente y del futuro de Blue Marlin?
Me ilusiona ver cómo seguimos creciendo sin perder la esencia. Cada temporada es un nuevo reto, una oportunidad de evolucionar. Y ahora, más que nunca, pensamos en el futuro con proyección internacional. Llevamos años perfeccionando un modelo único y creemos que ha llegado el momento de compartirlo con nuevos destinos. No se trata de replicar, sino de expandir nuestra energía y filosofía.

Cócteles, Blue Marlin Ibiza

Coctelería © Blue Marlin

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