
Lubina de Aquanaria
Gran tamaño, textura exquisita y un intenso sabor. Son las características que han logrado convertir a las lubinas de Aquanaria en las favoritas de los grandes chefs. La clave está, según explica Clara García como portavoz de la empresa, “en el lugar donde se crían las lubinas”. Concretamente, en el océano Atlántico, a dos o tres millas de Las Palmas de Gran Canaria. “Se trata de un mar muy bravo, con muchísimas corrientes, y esto hace que la lubina, desde que nace, tenga que estar constantemente luchando contra las corrientes y las olas. Al final, es como si estuviera todo el día en el gimnasio”, explica.
La lubina de Aquanaria está trabajada con grasa infiltrada, lo que le otorga una textura y una mordida firme, que la distingue del resto. Además, Clara García revela que “Aquanaria es la única empresa de España que posee el certificado libre de anisakis”. Ello hace que no sea necesario congelar el producto para su consumo, e implica una gran diferencia en su sabor.
Clara García Export Manager de Aquanaria
Aquanaria está enfocada en la cría de lubinas de entre 2 y 4 kilos de peso, “las preferidas del mercado gourmet”. Las lubinas se crían durante al menos 36 meses en las granjas de la empresa, donde se respeta el hábitat natural de los peces, siguen una alimentación sana y equilibrada y son capturadas mediante un sistema de pesca que persigue minimizar todo lo posible el estrés y el sufrimiento del animal. “La pesca se hace por la noche. Salen los barcos y las lubinas se encuentran en una red enorme. Esta red se va cercando poco a poco y cuando la suben al barco, se introducen las lubinas en hielo, provocando una inmediata muerte de la lubina por shock térmico”, explica Clara. Tanto el método de cría como el de pesca favorecen la enorme calidad del producto, que obtiene una mayor frescura y hace que la degustación final sea de lo más sabrosa.
Lomo de lubina al vapor de algas con crema de erizos
Aquanaria: máximo perfeccionamiento en la cría de lubinas
Aquanaria lleva casi cuatro décadas dedicándose a la cría de lubinas. Ha sido precisamente el paso del tiempo, lo que ha permitido a la empresa llevar la cría de la lubina a su “máximo nivel de perfeccionamiento”.
En la actualidad, Aquanaria exporta a países de todo el mundo, que reciben sus lubinas -pescadas a demanda- en un plazo de solo 48 horas. “Trabajamos con todos los restaurantes que aprecian el buen producto y la buena textura de nuestra lubina”, explica Clara García. Y matiza que, “la de Aquanaria, no es la típica lubina para comer de ración”. Desde Aquanaria recomiendan degustarla cruda: en sashimi, que es una de las mejores formas de apreciar su increíble textura y su sabor.
Restaurantes y chefs como El Bunker (Madrid), Dani García, o Gastón Acurio (Perú), son solo algunos de los clientes que confían en Aquanaria. En Ibiza, la empresa cuenta con el apoyo de Pescados Consuelo y Pardalet, que distribuye las lubinas de Aquanaria entre algunos de los mejores restaurantes de la isla, como Blue Marlin o Lío Ibiza.
Lubina en salazón con tartar de remolacha