El acto inaugural de San Sebastián Gastronomika 2021 celebrado alrededor del medio día en el Auditorio del Kursaal tuvo como estrella invitada a Alain Ducasse, una auténtica leyenda de la gastronomía francesa que atesora 13 estrellas Michelin (Aunque llegó a poseer 19), lo que lo convierten en el cocinero vivo más laureado del mundo. El francés, de origen monegasco acaba de cumplir 65 años y este homenaje parece ser un regalo perfecto para una cifra tan redonda.
No es para menos ya que los homenajeadores no eran otros que los miembros del comité técnico de Gastronómika, o lo que es lo mismo, la flor y nata de la cocina donostiarra. A saber: Jose Mari Arzak, Pedro Subijana, Hilario Arbelaitz, Martín Berasategui, Josean Alija, Eneko Atxa y Andoni Luis Aduriz. Ahí es nada.
Cada uno de ellos se ha desecho en elogios de manera individual hacia la comida francesa para tratar de “corregir – en palabras de Subijana – el error histórico de denostar la cocina francesa debido al alto desarrollo de la gastronomía al Sur de los Pirineos”.
En el acto, que ha sido ciertamente emotivo, Jose Mari Arzak le ha hecho entrega a Ducasse de una “Makila” o bastón de mando a lo que el francés ha respondido con un caluroso abrazo al chef español.
Todo han sido palabras de agradecimiento por poder haber vuelto a reunirnos en esta cita después del parón obligatorio impuesto por la pandemia y elogios a la cocina francesa que Arzak ha calificado simplemente como “la pera, la mejor”, o Aduriz ha asegurado que de no haber sido por ésta hoy en día no tendríamos la gastronomía moderna. “Habría que hacerles más homenajes”, ha añadido tajante el de San Sebastián.
Alain Ducasse ha agradecido el reconocimiento en un corto pero efusivo discurso en el que ha abogado, entre otros, por dejar de sectorizar la cocina europea. “Si somos Europa y no hay fronteras entre países, por qué las tiene que haber en las cocinas”, se preguntaba. El cocinero galo, por cierto, ha lanzado un férreo alegato a favor de la libertad de creación en la cocina. Acto seguido se reunían todos en el escenario del auditorio del Kursaal para sacarse una instantánea de familia tras lo que han recibido una enorme ovación de una sala que estaba llena hasta los topes.