A partir de mediados del siglo XVIII, numerosas regiones de Filipinas comenzaron a dedicarse a la exportación del azúcar, pero es en la isla de Negros, conocida localmente como Sugarlandia, donde se encuentran los mayores índices de producción. Casi el 50% del azúcar total del país sale de esta pequeña isla. Entre 1850 y 1980, el azúcar lo dominaba todo en esta preciosa isla de montañas irregulares, playas de arena blanca y frondosa selva. Sus ricos suelos volcánicos producen una de las más dulces y ricas cañas de azúcar del mundo... En la actualidad, Filipinas produce alrededor de 2.2 millones de toneladas de azúcar anuales. Y allí donde hay azúcar, hay ron...
La primera mención documentada de ron en Filipinas se remonta a 1854, pero se cree que ya se producía ron con anterioridad en pequeñas destilerías... Don Papa se elabora al 100% en la isla filipina de Negros. Su proceso de producción empieza con la selección de una de las mejores cañas de azúcar del mundo. Las melazas de Negros tienen un nivel de sacarosa más elevado que otras melazas y por ello son conocidas como Oro Negro. Don Papa se elabora con este «oro negro» que se destila y se deja madurar a los pies del Monte Kanlaon durante 7 años. El ron se filtra con carbón para eliminar todas las impurezas y taninos antes de proceder a su mezcla final. La combinación del suelo, la calidad de la caña de azúcar, el envejecimiento en barricas de roble y el arte del maestro mezclador, se unen para dar a Don Papa un sabor suave y rico.
Pero, ¿quien era Don Papa?
Ron Don Papa o «El Don» se inspira en la historia de uno de los héroes de la Revolución Filipina: Dionisio Magbuelas, conocido como «Papa» Isio. Encargado en una plantación de azúcar, Papa Isio, - curandero, shaman, rebelde y líder de un grupo de babaylanes – jugó un papel principal durante la Revolución Filipina del siglo XIX. Su espíritu de liderazgo fue esencial en la liberación de Negros del dominio español, consiguiendo la independencia de su país.
Bajo la icónica etiqueta de Don Papa encontramos Don Papa 7 años, con una nueva fórmula más seca y elegante. Don Papa 7 envejece en barricas de roble americano ex bourbon y ex rioja que le aportan profundidad de sabor. El blend resultante sorprende por su intenso sabor a fruta, crema de vainilla y café negro en boca. Destacan sus persistentes notas de roble tostado y un final suave y largo. Para los que quieren disfrutar del espíritu auténtico y original de Don Papa, Don Papa Baroko, que envejece durante varios años en barricas de roble americano antes de ser mezclado, lleno de cítricos y vainilla en nariz, notas de fruta tropical caramelizada, largo y suave final con pasas.
La gama se completa con las ediciones Premium y limitadas. Don Papa 10 años es una clara muestra del arte del master blender, un proceso artesanal en manos de maestros inmersos en la tradición filipina de elaboración del ron. El caldo envejece durante 10 largos años en barricas de roble americano tostado, que aportan notas de madera y vainilla al destilado. Para su elaboración se escogen únicamente las mejores barricas para su posterior mezcla, que dará como resultado Don Papa 10 años. Con un color ámbar oscuro, es un ron profundo, rico y poderoso en nariz, con un delicado hormigueo en boca, notas de cacao y frutos secos y un leve toque de roble.
Por otro lado, Don Papa Sherry cask madura durante 4 años en barricas de roble americano ex bourbon y se afina durante 18 meses en 4 tipos diferentes de barricas de Jerez: Fino, Pedro Ximénez, Cream y Palo Cortado. El master blender de Don Papa mezcla cuidadosamente los rones de estas 4 barricas diferentes para producir un extraordinario ron de edición limitada, sin filtrar y embotellado a 45%abv para resaltar su sabor distintivo. En nariz es suave y afrutado, con notas de pasas maduras. En boca tiene cuerpo con delicadas notas dulces de ciruela, chocolate negro e higos maduros que aportan un final extremadamente largo y una textura aterciopelada.
La última edición especial y limitada de Don Papa es Don Papa’s Rye Aged Rum, un ron que envejece durante 4,5 años en barricas de whiskey de centeno (Jim Beam, Jack Daniels & Whistle Pig) y se embotella con una graduación de 45% abv. Vibrante y afrutado en la nariz y con notas especiadas de pimienta negra molida, rico caramelo salado y un toque de menta fresca y madera de cedro. De sabor profundo, intenso y aterciopelado.