
Chef Nandu Jubany
Tras dominar Cataluña, Andorra y Singapur con varios restaurantes y servicios de catering, Nandu Jubany, que ya tiene residencia propia en Formentera, muestra su versión más isleña con tres nuevos proyectos culinarios. ‘Can Carlitos’, el restaurante que le brindó la oportunidad de asentarse en Formentera, comienza una nueva etapa bajo su dirección en exclusiva, pero el cocinero catalán toma este año también las riendas de todo un icono gastronómico de Formentera: el restaurante ‘Es Còdol de Foradat’, y se atreve con una nueva aventura en Ibiza: ‘Pecador’. Imparable como siempre, Nandu Jubany nos habla de sus ganas de ‘comerse’ las Pitiusas.
Este año, Can Carlitos inicia una nueva etapa...
Este año será el quinto año de Can Carlitos (Formentera), pero el primero del Can Carlitos de Nandu Jubany. Antes, Can Carlitos era una sociedad formada por “Francisquiño” (Francesco Manzoli) y por mí. Ha funcionado muy bien todo este tiempo. Gracias a él tuve la oportunidad de venir a Formentera. Él me propuso la idea de montar un restaurante aquí y eso me sirvió de “excusa” para venir más a menudo a la isla. Ahora ya tengo un pie (y hasta una casa) en Formentera. Francisquiño tenía la idea de abrir en Ibiza y yo le propuse quedarme con el negocio... Ahora empieza otro Can Carlitos.

¿Cómo será ese nuevo Can Carlitos?
Can Carlitos seguramente será algo diferente, porque, cuando haces algo entre dos, tienes que hacer siempre lo que les parezca bien a las dos partes para evitar discutir. Ahora estoy solo y podré hacer las cosas a mi manera. Sobre todo, meteré más inversión, quiero hacer cosas un poco diferentes... Va a haber más de Nando Jubany en Can Carlitos. Tendrá más leña.
“Va a haber más de Nando Jubany en Can Carlitos. Tendrá más leña”
¿Y qué hay de Es Còdol de Foradat?
Yo siempre he dicho que tengo un ángel de la guarda porque, a veces, las cosas simplemente salen. No soy de los que piensan que las cosas se tienen que perseguir. Es Còdol Foradat salió solo, porque querían traspasar el negocio y querían a alguien que mantuviera el nombre y su espíritu. El gestor me lo propuso y yo ya era cliente del restaurante. Además, a mí me encanta Migjorn, para mí esa playa es impresionante y fue una de las cosas que al principio me sedujeron de la isla.
¿Qué nos vamos a encontrar en esta nueva etapa de Es Còdol de Foradat?
Quiero que Es Còdol sea el restaurante de la isla. Me importa mucho que sea algo para la gente de aquí, para los que están todo el año. Quiero abrir hasta fin de año, celebrar la Nochevieja aquí, pasar la Navidad aquí... Entiendo que la gente de la isla piensa que muchos venimos de fuera a hacer negocios en su isla seis meses y nos vamos. Esto pasa, es una realidad. Y aunque yo haga negocio seis meses, quiero pasar otros tres o cuatro más dando un servicio, viviendo en la isla y dando gracias por poder disfrutarla. Quiero que Es Còdol recoja la culinaria de las Islas Baleares. Recuperar platos olvidados, reformular recetas tradicionales... Porque la cocina local de Formentera es magnífica, pero no podemos hacer todos la misma carta. Mi idea es hacer la mejor sobrasada ecológica de Mallorca, porsella, arroz de matanzas... Quiero que el restaurante ofrezca una experiencia muy agradable y que el servicio adquiera mucha importancia. No se habla suficiente del servicio y de la experiencia en los restaurantes. Nos pensamos que somos divos, pero no somos más que servicio para hacer disfrutar a la gente. Y el profesional que olvide esto va en mala dirección.

Y este año das el salto a Ibiza...
El proyecto de Ibiza nace de la oportunidad de negocio que vi cuando abrimos Can Carlitos. Las islas son muy bonitas, pero la gente que viene necesita cosas diferentes. Cuando llevas 15 días aquí y ya has probado el bullit, la frita de pulpo y todos esos platos maravillosos, te apetece otra cosa. Por eso nació Can Carlitos, y vi esta oportunidad de negocio también en Ibiza. No para hacer un Can Carlitos en Ibiza, porque Can Carlitos solo hay uno. A mí me encanta Ibiza. Aunque la gente diga que está muy explotada, creo que realmente es una joya en el mundo. Hay muchas cosas por hacer aún en Ibiza y una de ellas es la que vamos a hacer nosotros.
“Quiero que Es Còdol sea el restaurante de la isla. Me importa mucho que sea algo para la gente de aquí, para los que están todo el año”
¿Cómo se llama y qué puedes contarnos de tu nuevo proyecto allí?
Se llama Pecador. Pecador viene de pescador, pero sin la ‘s’. Pecador es también porque creo que Ibiza es una isla pecadora. Todo el mundo va a Ibiza con la intención de pecar un poquito, aunque sea con buena fe. Allí vamos a hacer una cocina parecida a la de Can Carlitos, pero con muchos más platos. En Formentera es más difícil encontrar pescado de gran calidad, así que aquí vamos a tener mucho más pescado para hacer a la parrilla, al horno, al Josper, haremos espetos, arroces, también tendremos carne... La idea es dar una vuelta a Can Carlitos. Los jueves haremos sardinadas, haremos yoga por las mañanas, desayunos... nuestro objetivo es divertir a la gente y creo que se ha juntado el hambre con las ganas de comer.
