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Patata roja de Eivissa. Recuperando los sabores auténticos de la huerta

Patata roja de Eivissa. Recuperando los sabores auténticos de la huerta

Patata roja ibicenca © Consell Insular d'Eivissa

Tras haber desaparecido del mercado, se recupera la variedad tradicional ‘patata roja ibicenca’, que junto con la variedad Desirée, se diferencia bajo la marca SABORS D’EIVISSA.


La patata roja es uno de los productos más preciados de la huerta de Ibiza. Cultivada desde su llegada de América, se mantiene en el recuerdo de las personas mayores varios tipos de patatas que hasta mediados del siglo XX fueron cultivados en la isla. Únicamente ha llegado hasta nuestros días el cultivo de una variedad de patata de piel roja y pulpa amarilla, de brotes rojos y gran calidad gustativa, que se halla en el origen del mito de la patata roja de Ibiza. Su degeneración natural y su menor producción, facilitó la entrada de otras variedades, de las cuales, la Desirée, fue la primera en introducirse en Eivissa en los años 70, sustituyendo a la variedad roja tradicional.

Actualmente, la variedad antigua se conserva atesorada por nuestros mayores que, año tras año, persisten en cultivarla, motivados por un estrecho vínculo emocional, que solo es capaz de perdurar a través de los sabores de la memoria, que han sido transmitidos de generación en generación y forman parte de nuestra cultura gastronómica. La desaparición de nuestros mayores conlleva también la desaparición de la patata tradicional.

La patata está en el corazón de la gastronomía ibicenca. No es solo un ingrediente que acompaña, sino un elemento insustituible en muchos platos tradicionales, como el bullit de peix, la ensalada pagesa, el sofrit pagès o la frita de polp… En restaurantes de gastronomía tradicional de la isla, únicamente consumen patata roja de Ibiza y generalmente se suministran a través de un agricultor de confianza. Sin embargo, la amenaza actual de la patata roja d’Eivissa es el cultivo de variedades comerciales diferentes de la Desirée, de aptitudes culinarias y calidad muy diversas. Poco a poco, por razones productivas, se ha desplazado la variedad Desirée por otras de piel roja, con criterios en los que prima más la productividad o la rapidez en la cosecha, frente a la calidad gustativa y la preservación de un producto de excelencia.

Huerta de patata roja de Ibiza

Huerta de patata roja de Ibiza © Consell Insular d’Eivissa

El año 2000 se registró la patata roja tradicional bajo el distintivo de “ibicenca” y en 2016 se consiguió una nueva partida de patata de la variedad ibicenca, saneada de virus. Tras un ensayo experimental y una prueba piloto cuyos resultados fueron positivos, se valoró la reintroducción de la variedad a nivel comercial. El proyecto se inició en 2017 con 1300 kg de patata de siembra, una mínima parte de los 150.000 kg de patata que se siembran en Eivissa. En 2018 se ha llevado a cabo la segunda campaña, en la que se comercializa la variedad recuperada y crece progresivamente en superficie, con un especial protagonismo de los productores ecológicos.

De este modo, estamos asistiendo a la recuperación del producto más emblemático de la huerta de Eivissa, y un elemento clave de nuestra gastronomía. Constituye una apuesta de futuro clave para la supervivencia del campo ibicenco, y para que la gastronomía de la isla pueda disponer de productos de excelencia. Además, permitirá a las nuevas generaciones seguir saboreando platos en los que la patata tradicional es un ingrediente insustituible.

Ensalada pagesa

Ensalada pagesa © Consell Insular d’Eivissa

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