Hace ahora ocho años llegaba a Ibiza de la mano de Mezcal Amarás un cachito de México, de sus sabores, de sus aromas. Ocho años que han servido para revolucionar la coctelería en la isla gracias a una bebida que hasta hace relativamente poco era desconocida en nuestro país pero que cada día gana más adeptos por la complejidad de sus matices.
Amarás es un mezcal elaborado siguiendo los mismos métodos ancestrales que llevan utilizándose desde hace siglos en México para destilar ese preciado licor del agave cocido. De hecho, la palabra mezcal, del náhuatl “mexcalli” significa precisamente maguey (agave) cocido, que era como los pobladores precolombinos consumían esa planta considerada sagrada.
Casa Amarás destila sus mezcales a partir de siete especies distintas de agave. Además, en la cocción de las piñas de maguey se emplean también diferentes variedades de madera que, además de proporcionar ese característico toque ahumado, aportan un abanico de sabores y de matices insospechados y que lo hacen idóneo tanto para la coctelería como para su consumo en solitario.
De hecho, gracias al uso de las distintas variedades de agave y de maderas en la cocción de las piñas de éste, Amarás comercializa un amplio portafolio de mezcales que aportan diferentes matices, texturas, aromas y sabores.
De la semilla a la copa
En Casa Amarás se entiende que cada uno de los pasos o etapas en la elaboración de un buen mezcal revisten la misma importancia y por eso se cuida cada paso del proceso necesario para destilar el mezcal y eso significa comenzar seleccionando la semilla de los ejemplares más fuertes de agave y con mejores características genéticas ya que sólo se reproducen una vez en su vida (entre los 7 y los 35 años) para luego morir.
Una vez que se ha recolectado la semilla ésta se siembra en tierras deforestadas para producir agaves libres de químicos. Cuando la planta es adulta se recolectan los agaves y se les cortan las hojas, dejando únicamente su cogollo central, o piña, que es cocido por los maestros mezcaleros a la antigua usanza, es decir, en un horno cónico de piedras excavado en el suelo calentado por la combustión de maderas naturales en un proceso que dura entre 3 y 5 días, tiempo necesario para que la piña se cueca y se ahúme lentamente antes de ser troceada a mano e introducida en el molino de piedra para extraer su elixir.
Molido el agave cocido, el bagazo, que así como se denomina al resultado de la molienda, es introducido en tinas de 1.000 litros en las que se añade agua de pozos profundos y se fermenta de manera natural con bacterias locales durante un tiempo indefinido que sólo el mezcalero experto sabe identificar.
Cuando ha fermentado de manera natural por la acción de bacterias locales, el bagazo se introduce en alambiques de cobre alimentados con fuego de leña para proseguir el proceso de destilación artesanal y cuya temperatura y duración será regulado por el ojo experto de cada maestro que dictaminará el momento exacto en el que el mezcal está listo para consumirse, cerrando así el ciclo.
Responsabilidad, sostenibilidad y compromiso social
Amarás, lleva en su nombre su identidad, su amor a México, a la tierra que vio nacer el Mezcal, al sol, tan importante para las culturas precolombinas, a los pequeños agricultores y maestros mezcaleros a los que proporciona un medio de vida digno a través de iniciativas de comercio justo, impidiendo al mismo tiempo que se pierdan unos conocimientos y técnicas ancestrales.
Amarás es amor a la tierra, a México y su cultura milenaria, a las tradiciones de un país mestizo, a esos campos bañados en luz, en sol, en los que los agaves crecen siguiendo el ciclo solar extendiendo sus largas hojas hacia el cielo.
Conscientes de que la producción de mezcal implica dejar una huella de carbono, sobre todo en el proceso de cocción de las piñas del agave y en su posterior destilación en alambiques alimentados con fuego de leña como lleva haciéndose siglos, los responsables de la empresa han decidido compensar sus emisiones de carbono a través de la compra de bonos que financian proyectos de uso y generación de energías sostenibles lo que les ha convertido en el primer mezcal carbono neutral.
Pero las iniciativas internas asociadas a responsabilidad social y ambiental de Amarás no quedan ahí ya que la casa destina un porcentaje de sus ingresos por ventas a otra serie de acciones que demuestran su implicación con el medio ambiente como programas de reforestación y recuperación de especies silvestres de agave y al desarrollo, junto a WWF, de actividades encaminadas a proteger los bosques, suelos y al cuidado de un bien tan preciado como es el agua.