Fonda Platé es uno de esos lugares icónicos de Formentera, de hecho, es casi una institución. En funcionamiento desde los años veinte del siglo pasado es uno de los establecimientos hosteleros con más solera de la isla. Punto de encuentro durante décadas de la clientela más variopinta y heterogénea en su terraza lo mismo podías encontrarte a un hippie, una actriz de Hollywood o un magnate empresarial, porque así era la Formentera de los 80 y los 90 en pleno auge turístico de la isla.
Tras haber cambiado de manos la titularidad del negocio, los nuevos propietarios han realizado una apuesta importante reacondicionando y redecorando el local con gran acierto y muy buen gusto. Aunque los cambios no quedan ahí; la cocina es otro de los puntos en los que el cliente que acuda a Fonda Platé va a notar el giro de timón ya que han ampliado la oferta gastronómica con platos de empaque dando preponderancia a las carnes, verduras y pescados locales, aunque sin perder de vista ese carácter informal que le dan sus famosas tapas. De hecho, no es extraño encontrar en una mesa a alguien comiendo unas patatas bravas con una cerveza mientras en la contigua unos clientes disfrutan de un chuletón acompañado de un buen merlot.
Producto de cercanía y de temporada
La cocina de Fonda Platé le da gran importancia al producto local. Desde luego, al fantástico pescado que abunda en estas aguas y que viene tan fresco al local que casi se puede ver como se mueve. Un buen pescado a la espalda servido a la antigua usanza o un fish and chips de roca para los más atrevidos, pidiendo pescado no se puede fallar.
Las excelentes verduras de la huerta local son uno de los platos estrella, aunque conforme avance el verano los tomates tomarán un mayor protagonismo en una carta que está en continuo cambio dependiendo de los productos que nos ofrece la temporada.
En cuanto a las carnes, el pollo payés al horno, que preparan con las hierbas de la zona, es una apuesta segura. Aunque si lo que prefiere es una buena carne roja atrévase a pedir el chuletón de Rubia Gallega. Una última recomendación: no se olvide de pedir de aperitivo el guacamole, servido en el mortero con el aguacate entero para que el cliente se lo pueda sazonar a su gusto. ¡Todo un lujo!
La cocina de Fonda Platé le da gran importancia al producto local, al fantástico pescado que abunda en estas aguas y que viene tan fresco al local que casi se puede ver como se mueve.
Recuperando la Diversión, la verdadera esencia de Formentera
Fonda Platé es un local informal en el que se puede ir a tomar un vino con una tapa, a jugar un futbolín mientras tomas una caña. Puedes ir a cenar a la carta con unos amigos mientras disfrutas de un espectáculo de flamenco en directo o a tomar una copa mientras disfrutas de la música y ese ambiente de buen rollo que sólo se encuentra en Formentera. Porque Fonda Platé es mezcolanza, es fusión, es despreocupación, es Formentera.
Y en Formentera lo importante es pasarlo bien, divertirse. Aquí no hay corsés, el ambiente es desenfadado, el servicio es informal, aunque muy atento y respetuoso, y la música... ¡Ah la música! Llámenme nostálgico pero al menos esto es un oasis en el que no suena nada compuesto después de los 2000, música de los 70, 80, 90 y un sinfín de buena música para todos...
Porque Fonda Platé es mezcolanza, es fusión, es despreocupación, es Formentera.
Jóvenes y no tan jóvenes, famosos y anónimos, nacionales o extranjeros, si quiere comer o cenar, o simplemente tomar una tapa y una caña, o acaso un cóctel de autor de los muchos que preparan, en Fonda Platé todo el Mundo encuentra su sitio. Así que no lo dude, si visita Formentera no deje de pasar por Sant Francesc y darse un alto por el que es uno de los lugares más emblemáticos de la isla.